miércoles, 4 de agosto de 2010

Almirante Bonifaz


No sé, me parece que puede quedar mejor y es por ello que solicito vuestra comprensión para que al hablar de temas históricos de nuestras gentes castellanas, lo vuelva a hacer a modo de trilogía. Luego volverán los otros acontecimientos de rabiosa actualidad o de cualquier otro asunto pero serán tres seguidos los de otros tantos personajes castellanos que dejaron huella en su caminar. Espero seguir contando con vuestra confianza.

Fernando III, tenía rodea sitiada la ciudad de Sevilla allá en el año de 1247 y no había manera de hacerla doblegar. Los moros se resistían y habían trazado una defensa que la hacía casi inexpugnable. Solo había una forma de poder tomar la ciudad y era por el Guadalquivir a pesar de las defensas de cadenas con las que estaba protegida de orilla a orilla a la altura de la Torre del Oro con Triana.

Aquí y a partir de estos acontecimientos entra en acción, nuestro héroe burgalés, Ramón de Bonifaz. Había recibido el encargo del Rey de romper por el mar las barreras infranqueables que defendían Sevilla y a fe que lo consiguió; pero será mejor que nos apoyemos en los escritos que sobre la gesta castellana se pueden leer. Empecemos…

Ramón de Bonifaz y Camargo, Burgos, (1196 - 1252 ó 1256) fue un noble, marino y militar español, "rico hombre de Castilla", "sabidor de las cosas de mar", primer Almirante de Castilla y creador de la Marina Real de Castilla. En el año 1247 Fernando III el Santo le encarga la organización y dirección de una flota que contribuyó de manera decisiva a la reconquista de Sevilla.

No hay unanimidad entre los historiadores sobre el origen de Ramón de Bonifaz, aunque la creencia más generalizada es situarlo como nacido en Burgos, de donde llegó a ser alcalde en diversos momentos. La Crónica General de Alfonso X dice de él que era "Omne de Burgos". Parece ser que la "Armada de Castilla" se formaba en la costa cántabra, y para facilitar las comunicaciones con el interior de la Península y la Corona, se situó su administración en Burgos.

Fue presentado al rey Fernando III el Santo cuando estuvo en Burgos en 1245. Enterado el monarca de sus grandes conocimientos marineros, le encargó, a principios de 1247, el apresto en los puertos de Castilla de una flota que había de operar en coordinación con su ejército para la reconquista de Sevilla.

Bonifaz entregó las reales cartas a los consejeros de las provincias del norte y ellas tuvieron de estimular la emulación entre navieros y navegantes, especialmente en las Cuatro Villas de la Costa (Laredo, Castro Urdiales, Santander y San Vicente de la Barquera). Una vez constituida su armada se puso rumbo al sur, reforzándola a su paso por Galicia con nuevos buques y tripulantes.

Llegó a reunir una flota de 13 naves de vela, además de 5 galeras que se habían construido ex profeso a expensas de la Corona en los astilleros de Santander a lo largo del año de 1247.

Se presentó Bonifaz con su armada en la desembocadura del Guadalquivir a principios de agosto de 1247, después de una navegación con temporales fuertes que acreditaron su pericia marinera. Allí derrotó a la flota de saetías y zabras moras que mandaba Abu Qabl, que trataron de impedirle el paso, así como la que conducía a Sevilla refuerzos desde el Norte de África.

Remontó el río en cooperación con la caballería cristiana, apoyado desde la margen izquierda por el rey, a la sazón en Alcalá del Río, envió a tomar contacto con la flota para evitar el apoyo que de otro modo se hubiese dado a las naves musulmanas desde dicha ribera, hostigando a los cristianos.

Dominado el curso del Guadalquivir, en su parte cercana a Sevilla por el sur, ello permitió el paso de las fuerzas a la margen derecha y por tanto el ataque al importante arrabal fortificado de Triana y el destacar el necesario guarda flanco para evitar que acudiesen los socorros enviados por el rey moro de Niebla, Su'ayb ibn Muhammad ibn Mahfuz.

La acción decisiva de la flota fue la rotura del puente-barrera que unía a Sevilla con Triana, que era el principal obstáculo que se presentaba a los buques cristianos para remontar el río hasta la ciudad. La crónica expresa la dificultad que representaba el puente-barrera, que era de barcas amarradas con gruesas cadenas, al esfuerzo del rey Fernando, cuyas tropas no bastaban para completar el cerco de Sevilla-Triana, no obstante los refuerzos enviados por el rey de Aragón, Jaime I, a pesar de estar empeñado en su propia guerra con el moro en el sur de Valencia, en la frontera con Murcia. Dice la crónica: "Con todo estado lo hecho (la ayuda de Jaime) se tenía por poco estar en pie la puente que había sobre barcos, entre la ciudad y el arrabal de Triana".

Se proyectó que la operación de ruptura del puente-barrera se efectuara un día de viento y marea favorable y éste fue el 3 de mayo de 1248, en que se conmemoraba la Invención de la Santa Cruz en la flota y en el real de los cristianos. Bonifaz preparó sus dos naves más gruesas, probablemente dos carracas de carga, reforzando sus proas con gruesas tablas sujetas con pernos.

Empezó la acción al subir la marea y con el viento a favor, pues ya previamente se habían reforzado los palos, para que aguantasen la embestida. Las naves se lanzaron a toda vela contra el puente, que retembló al choque de la primera y se rompió al de la segunda, que era precisamente en la que iba Bonifaz.

Comenzó así el asalto general a Sevilla y Triana, que fue rechazado, pero la resistencia de los moros estaba herida de muerte, al no poder recibir más refuerzos. Las fuerzas cristianas pudieron perfeccionar el cerco y anular la navegación de las naves moras, llegándose así a la rendición de la ciudad de Sevilla. Dice la crónica que en la rotura del puente "consistió toda la victoria, porque los moros desde aquella hora conocieron ser vencidos". En efecto, el rey musulmán Axataf, al verse cercado y sin esperanzas de socorro, rindió la ciudad a los cristianos el 23 de noviembre de 1248. Este hecho histórico quedó reflejado, como más abajo podéis ver, en el escudo de Santander y de Laredo y lo recoge igualmente el de la propia Comunidad de Cantabria, donde se pueden apreciar la Torre del Oro y una nave rompiendo las cadenas en el Guadalquivir. La aportación cántabra en especial, fue decisiva para el final feliz de aquella conquista. Los bravos marinos cántabros, entre otros, lo hicieron posible. Aquel día histórico, nació para el mundo naval, la Infantería de Marina.

En el año de 1250, el rey Fernando III, como recompensa a toda su labor, preocupación, saber y éxito, que de sus servicios se obtuvieron, vino en nombrarle Almirante de Castilla.

Bonifaz, viéndose abatido físicamente y casi agotado por sus grandes esfuerzos en la tarea de organizar la primera marina de guerra, solicitó del rey ser retirado a su tierra burgalesa, donde fundó el monasterio de San Francisco. Ramón dejó como alcalde de Burgos a su hijo Diego Bonifaz y él se ocupó de cargos de carácter fiscal, llegando a ser veedor de las rentas reales de los puertos de Castilla.

Falleció en la ciudad de Burgos en el año 1256, aunque algunas fuentes señalan que fue en 1252. Su cadáver recibió sepultura en el desaparecido monasterio de San Francisco de Burgos, que fue destruido durante la Guerra de la Independencia por las tropas francesas, y posteriormente demolido en 1837. En el sepulcro que contenía sus restos mortales fue esculpida la siguiente inscripción:

«Aquí yace el muy noble y esforzado caballero don Ramón Bonifaz, primer almirante de Castilla que ganó a Sevilla. Murió el año MCCLVI»

Para terminar, una anécdota sobre la fecha de la conquista de Sevilla, que me ocurrió estando en aquella ciudad. Estando pendiente del autobús urbano, se me acercó un señor mayor, muy ameno y agradable que más tarde me dijo que era jesuita y que iba a un acto religioso en la Catedral con el Arzobispo. Estuvimos hablando un buen rato y durante el trayecto; me preguntó si sabía el año exacto de la toma de la ciudad por el Rey Santo, le dije que no estaba seguro y me dio la fórmula para que nuca se me olvidara.

"Recuerde" me dijo: el primer número del año siempre será el 1; para el segundo ese mismo número (1) se suma por si mismo y nos da 2, al dos se hace lo mismo y nos da 4 y repetimos la operación y nos da 8. Colocándoles en orden nos da la cifra de 1248, que fue el año de toma de la ciudad. Nunca más volví a tener la más mínima duda del año de la reconquista sevillan



Escudo de Cantabria..............................Escudo de Laredo..........................................Escudo de Santander



3 comentarios:

D.F. dijo...

Hice una entrada hace tiempo sobre el Almirante Bonifaz. Figura histórica y precursor de la infantería de Marina...Otro burgalés desconocido...

Álvaro Tilo dijo...

Me temo y ¡ojalá! me equivoque, que en Burgos, al Almirante, se le conoce más por haber dado nombre a un Hotel que por lo que supuso en la historia de Burgos en particular y de Castilla en general. Tampoco recuerdo que en Sevilla tuviera ningún reconocimiento, sin embargo sí lo tienen los superpijos sevillanos, Maestrantes de Caballería, que fueron caballeros principalmente castellano-leoneses y algunos navarros que acompañaron al Rey Fernando en la conquista de la ciudad y que recibieron muchas prebendas para que se quedaran. Todavía hoy sus descendientes siguen conservando un rango ridículamente importante y sobre todo trasnochado. De algunos maestrantes (entre otras cosas dueños de la "Maestranza") me han asegurado amigos sevillanos, que mean colonia.

Recuerdo que allí, en primera fila y en el palco propio que ocupan los maestrantes en el coso sevillano, solía estar la duquesa de Alba, en las tardes que toreaban cualquiera de los hermanos Rivera Ordoñez. Todavía recuerdo una gran pitada que se llevó cuando fue la única en toda la plaza que había sacado el pañuelo blanco pidiendo premio para una vulgar faena de Cayetano. Patética.

En fin y mientras tanto, El Almirante Bonifaz, pudriéndose en el olvido o recordándole como mucho, por tener Burgos un hotel con su nombre. Aquí donde vivo también tiene calle, pero me temo que casi conoce su vida.

Me enrollo como mala persiana. Mis disculpas.

Un cordial saludo.

Álvaro Tilo dijo...

He hecho mención a que en Sevilla, el Almirante Bonifaz, no tenía ningún reconocimiento en algún monumento. Debo rectificar.

En la Plaza Nueva, junto al Ayuntamiento y en Monumento al Rey Fernando, le están acompañando en los frentes de la base, otras figuras representando a personajes determinantes en la conquista de Sevilla. Una de ellas es en honor al Almirante Bonifaz. Igualmente en la capital andaluza, una de sus calles lleva el nombre de nuestro héroe.

Gracias.